A Chávez se le recordará como una oportunidad desaprovechada
Criticar a Hugo Chávez por ser un dictador es resumir y resolver una etapa muy compleja. No se puede dejar de lado que en elecciones continuadas su triunfo fue gracias al apoyo de la mayoría de los ciudadanos, siempre bajo suma de errores que se suceden en un aparente sistema democrático. Y el resultado es el retraso de Venezuela, que llegará antes o después, y con él la ruina de los que aún hoy apoyan su forma política. Pero esto no es consecuencia de una forma dictatorial sino de la avaricia al gobernar su nación.
Por ello la muerte de Hugo Chávez supone el comienzo de una gran incógnita sobre el futuro de Venezuela. Las opiniones y reacciones sobre el caudillo entre los políticos españoles son muy variadas. Así, entre elogios por parte de unos y calificativos contradictorios por parte de otros, Mariano Rajoy ha dicho que con la muerte de Chávez «desaparece una de las figuras más influyentes de la historia contemporánea de Venezuela».
Lo que queda claro es que Chávez representa en la política una figura importante como caudillo. Nadie niega que su forma de gobierno deje una huella negativa en cualquier país, pero en cualquier caso es a largo plazo. Ahora bien, es cierto que borró de Venezuela gran parte de la indigencia y la penuria, pero también es cierto que no consiguió un país superior que el que recogió.